![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS2P19hmiU0OOL8qwKj_rvGL3f7RqVhEMDwiSWnj91v8VqbQnRBbGBDVw3jocfhPxsYBGOWcMrLqRIyJhMD9-DHBXXMHK3lWRb9gk5_rkhx9fS8qI3jvO1LyT-4EvZBtUcihe7M_iAjtI/s400/20070315140308-nocturno1.jpg)
Hace poco, nos sentamos frente a frente. Miré dentro de tus ojos y vi muchas cosas. Comenzaron a sucederse imágenes, una tras otra, sin un orden cronológico. Algunas habían sucedido en la realidad, y otras, las había imaginado con tanta fuerza, que parecían reales.
Miré dentro de tus ojos y se confundió todo: el presente, el pasado, el futuro, lo real, lo ficticio, el sueño y la vigilia. Me perdí en los meandros que llegan hasta tu pupila y me di cuenta de que llevaba desde siempre esperando este momento. Te encontré hace muchos años, te perdí sin querer y ahora ya no pienso soltarte. Te esperaré con una paciencia oriental. Haré todo lo que digas. Sabré entender tus risas y tus tropiezos. Tiraré de tus manos para ponerte en pie. Me quedaré arriba, abajo, de lado o haciendo el pino. Me da igual con tal de no volverte a perder.
Y tú te preguntarás: ¿por qué? Nos separa una vida entera. Familia, hijos, trabajo. Nada de lo que hemos hecho, ha sido juntos . ¿Qué es lo que ha cambiado ahora?
No ha cambiado nada. De hecho todo sigue igual. Sólo hay una variación: nos queda menos tiempo que antes. Y ese tiempo, lo quiero pasar contigo.
Miré dentro de tus ojos y supe que me amabas. Y, los dos, supimos que era para siempre. O sea que…cuando decidas volver a mí…quedamos. Estoy aquí mismo.
Esperándote.
(Ayanta Barilli)
0 comentarios:
Publicar un comentario