jueves, 3 de marzo de 2011 | By: Abril

Tus ojos



Hola Ana:

Desde mi oscuridad te escribo con la ayuda de uno de esos aparatos de los que te hablé. Yo hablo y el aparato escribe. Milagros de la técnica. Te escribo para decirte que nunca me consideré romántico.

Siempre oí hablar de cenas a la luz de las velas, paseos bajo la luna llena, besos
bajo una farola, que si todo a media luz, que si la luz de la hoguera se reflejaba en tu rostro...

Comprenderás que a mí todo eso me da igual. Yo sólo sé que estoy bien a tu lado; que me siento seguro, confiado. Sé que de tu brazo no hay obras en la aceras, ni alcantarillas rotas, ni coches aparcados en los pasos de peatones. Que quiero ver
por tus ojos el resto de mi vida. Se que aunque tus ojos no vieran querría seguir
viendo por ellos. Me gusta contarte chistes verdes al oído, oír tu risa y tu suave gruñido diciéndome: tonto.

Me gusta tocar tu pelo suave y ondulado. Porque yo no soy romántico, para eso hay que ver.

Simplemente es que no concibo el resto de mi vida sin tu compañía.

Un beso. Juan.

(Jesús Moreno Hidalgo)

Nota: (Mi amigo Juan es ciego.Aquí reproduzco una carta que le envió a la que hoy es
su mujer, Ana. Ambos tienen una niña de cinco meses).