martes, 10 de mayo de 2022 | By: Alea

En el muelle de San Blas

 


Querido Tú: 

Alguien me ha dicho que las personas somos lo que sentimos y somos lo que vivimos con intensidad. Somos recuerdos, somos nostalgia, somos deseo, somos tristeza y sonrisas. Somos locura y abrazos en un atardecer mirando el paisaje que se cuela por nuestras costuras, y cierra viejas heridas. 

No hay nada infinito. Somos lo que vivimos, un momento, una canción o una voz...que recordamos como si no hubiese pasado el tiempo. 

Me pregunto si alguna vez te acuerdas de mí, como yo lo hago de ti. Estás presente en todos los días de mi vida. Estás aquí a mi lado mientras te estoy escribiendo, esto que tú nunca leerás, porque ya no somos aquellos que fuimos. 

Echo de menos las conversaciones que teníamos, sobre nada en concreto, pero con esas ganas enormes de cambiar el mundo. Echo de menos las risas y los abrazos. El olor de tu cuello cuando te acercabas para retirar un mechón de pelo de mi cara, antes de besarme. Te encantaba escuchar aquello que te decía de "me gustas porque eres limpio, elegante y porque hueles muy bien". Siempre se dibujaba en tus labios una media sonrisa y luego decías "te quiero, y siempre será así, no lo olvides". 

Pero el tiempo pasa y las palabras son regalos efímeros que se lleva el viento. La vida nos presta momentos en los que el tiempo se detiene y el corazón se rompe. Aquellos recuerdos son una película en blanco y negro, que yo me empeño en recrear una y otra vez en una suerte de moviola infinita. No consigo que vuelvas, por mucho que lo desee, solo consigo hacerme daño pensando en ti. 

Si supieras la de veces que he planeado todo, la de veces que he ido a buscarte y me he vuelto llorando...he construido en mi mente un encuentro casual en el que nos cruzaríamos en un recodo del parque y nos abrazaríamos sin modales...y después tomaríamos café en el Zurita, lamentando el error de habernos separado y prometiendo no volver a hacerlo nunca más...

Pero ese encuentro no llega y me paso la vida esperando que ocurra un milagro. Que tú me encuentres o, mejor dicho, que me quieras encontrar, porque mi sitio está aquí y no ha cambiado en todo este tiempo (en todos estos años que nos separan).

 Aquí sigo, vestida de novia, esperando verte pasar...

(N.R.H)





4 comentarios:

Gailea dijo...

Precioso. Me inspiran mucho tus palabras.

Gailea dijo...

Genial

Anónimo dijo...

🗣️

Anónimo dijo...

Me gusto mucho porque tiene mucho sentimiento, y expresa lo que siente, tiene palabras tan sinceras que hacen llegar al corazón