miércoles, 5 de septiembre de 2012 | By: Abril

Despedida con aroma a café

"Verás, a mí lo que me va es tumbarte en el suelo
para decir con la mirada lo que con mi voz no puedo"

(Cosas que suenan a... de "Maldita Nerea")

Querido Tú,

Esto se aproxima a su fin y ambos lo sabemos. Te he citado para tomar ese café del que me has hablado tanto. Nuestra cita no tiene fechas ni horarios porque tú no tienes huecos disponibles en la agenda.

He pasado de ser una actriz secundaria a ser un extra que no tiene ni una sola frase en tu película. Y me duele, porque no sé cómo contarte cómo me siento. Poco a poco has ido construyendo una trinchera con los recuerdos de lo que fuimos el uno para el otro y estableciendo una barrera de citas que nunca llegan a consumarse...

No es rabia lo que siento, no son reproches lo que te digo. Mi sentimiento mezcla la tristeza con la desazón. Por eso, en esa cita con aroma a café que aún no hemos concretado, pienso decirte que me voy de tu vida, que me bajo en la próxima estación para que sigas sin mí hasta donde el tiempo te deje llegar.

Pienso decirte que aunque aún te quiero, porque el amor y el desamor no desaparecen de un día para otro, te dejo. Tal vez ahora empieces a darte cuenta de que no me necesitas, pero no has tendio el valor para dar este paso.

¿Recuerdas cuántas veces nos hemos visto en el último año?¿Y cuántas nos hemos besado? Se pueden contar con los dedos de una mano y aún sobran. Duele, Amor, eso duele...

Por eso deseo irme pronto. Porque estoy escuchando una canción de Maldita Nerea que en una frase resume lo que te echo de menos...

Espero que pronto tengamos esa cita. No necesito más de diez minutos para darte la noticia. Cuando encuentres esos diez minutos en tu castigada agenda, dímelo ¿vale? Creo que empezaré a odiar ese café del que tanto me hablas porque todas las tristezas de mi vida, a partir de ese momento tendrán su aroma.

Cuídate.

(Rossana Martín-Azuaga)