viernes, 10 de enero de 2014 | By: Abril

Por una flor



Eso pasó...aunque cuando te vuelva a ver...tu andar firme, equilibrado, tu cara cuidadosamente sonriente, tus dientes exactos, en el suave contoneo de niña madura de veintidós años, me fallará  el equilibrio  y temblaré otra vez.

Pero, echando mano de mi amor propio trataré de poner una barrera facial, una barricada  que te diga que me paso tu rechazo  por encima  de mi hombro  hasta la cola.

Cuando hablamos aquel sábado, entregada esa rosa en forma de dibujo a lápiz, me sentí pleno, con tu amistad. Y mira que yo, tras los penaltis  contra Italia, no trataba  sino de hablar  un poco. Tiene razón Pepe Óscar, la amistad  en este caso es imposible. Pensaste  que te quería caldear  como a un guiso, que estaba siendo pesado. Sí, tienes razón, me movía  por instinto, como un arácnido  a su viuda negra. No me di cuenta, no respeté  la distancia y tú me quebraste  con tu expresión
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Es cierto, tú no tienes la culpa de tener novio. Lo sé, es sólo  que... no sé, supongo  que es inevitable todo esto, humanos somos.

¡Qué días! ¡qué angustia suspirando! sofocante incertidumbre. Se me partía la vida, colapsaba mi futuro, pese a que lo más natural, dada tu belleza, no sólo externa sino sobre todo interior, que lo normal es  que tuvieras novio.

¡Qué cruel soy! Sólo pensando en mí mismo. No puedo evitarlo, Dios nos ha hecho así. Intentaré disfrutar de este sufrimiento.

Tu amigo sin embargo.

Ignacio

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, puede que en la vida sea leído mi blog, o que nunca llegue a nadie, pero acabo de dejarlo con el amor de mi vida, y me han recomendado que escriba, y he decidido escribir sobre el día a día, de cómo superar una ruptura,y de paso contaros cómo hago...si te interesa, ya sabes dónde estoy, y gracias por este minuto dedicado... Un saludo enorme, espero que te vaya genial ! http://diariodeunadesenamorada.blogspot.com.es/