jueves, 24 de enero de 2013 | By: Abril

¡¿Qué hago con 40?!




La he tratado de persuadir para que el 7 pareciera un 9 y así ganar 20 años más, pero no se deja! Se empeña a volver a aparecer cuando tengo que ir a sacar una copia nueva.

Lo he intentado también con el DNI, pero es aún más incorrupto. Se niega tan siquiera que me lo plantee.

Luego me veo al espejo y es el que menos engaña. Lo más contundente: unos cabellos semi-escondidos, pero delatadores por su pálido, muy pálido color (vamos tan pálido como un vampiro con hambre), me reconocen una madurez corporal que a la vista salta. Sé que con el tinte desaparecen, pero antes de que pase un mes, me regresan a la realidad.
Y qué decir de unos pequeños pliegues que acompañan a mis ojos negros, que si de negro los rellenara parecería que me han crecido pestañas nuevas.

Luegoooo...esas gafas!!, por Dios...eso sí que es desgarrador, pues hasta hace unos meses presumía de una vista perfecta!, vamos, que podía distinguir una sombra en la oscuridad....Bueno, me he pasado, lo reconozco. Pero era muy buena mi visión. He querido disimular mi descontento intentando montar unos cristales adecuados a mi reciente presbicia en unas gafas de marca, de esas muy estéticas y elegantes que pareces más interesante, pero el precio me ha regresado a "la crisis realidad" y me han parecido muy monas unas gafas de esas de oferta que la gente menos acomplejada suele utilizar con toda la naturaleza que conlleva reconocer que ya eres mayor.

Me consuela saber que con tu ya medio siglo vivido, sigues para mí igual o más guapo que cuando nos conocimos, y que, si Dios es misericordioso conmigo, llegaré a tener esa edad a tu lado.

Esta mañana me has vuelto a decir que "estoy en mi mejor momento"...me tranquiliza que me veas así, pues en tu camino y tu destino, así como ha habido antes, también habrá después, personas más jóvenes que yo, que como fiel macho que eres te pueden hacer sentir impresionado y atraído.
 
Intentaré despertar cada día esa misma ilusión que a mis veintitantos te hacía sentir por mis menos años, pero aprovechando mis años de más, que con empeño y dedicación, pueden parecer muy, pero que muy satisfactorios.

(Lilia)