martes, 19 de febrero de 2013 | By: Abril

Te quiero por...


Te quiero por cuarenta buenas razones. Te quiero por tu nariz de payaso, por tus ojos multicolores y el pelo saltarín. Te quiero por tus andares de chulapa, por tus abrazos estranguladores y tus encantadores chantajes. Te quiero porque me quieres, porque te enfadaste cuando no te lo dije y porque eres tan soberbia que prefieres estar enfadada a decirme porqué estás enfadada.

Te quiero por tus ronquidos, los cuales niegas, por tus besos cuando duermo y porque nadie me roba las sábanas con tan poca dulzura como tú. Te quiero porque no me mientes, te quiero por soberbia, por lujuria, por gula (es que tu hermana cocina muy bien), por ira (quiero decir, ir a cualquier lugar siempre y cuando estés tu), porque no me dejas ser perezoso, porque soy codicioso, y no hay nada mejor que tú, y quiero dar envidia a la gente cuando me ven contigo.

Porque te adoro, porque no te ríes de mi ignorancia y sí de mis malos chistes. Te quiero porque me diste nuestro primer beso y porque besas genial. Te quiero porque te fijas en las pequeñas cosas en las que nadie más se fija, como en mí. Te quiero porque no te quejas de mi horrenda comida y no te paras quieta en la cocina cuando estoy cocinando. Te quiero porque aunque me quejo de que no me haces caso, siempre me haces caso.

Te quiero porque soy tonto y ya no se vivir sin ti. Te quiero porque, aunque las palabras se las lleve el viento, hago todo lo posible para que éstas se queden entre nosotros. Te quiero porque me has enseñado a hacer el hipopótamo, el Peter Pan y a escuchar a Manson.

Te quiero porque me advertiste que cuarenta razones eran muchas para el poco tiempo que llevamos y también porque me dejaste hacerlo. Te quiero porque estás loca. Te quiero porque nunca chillas y gracias a ti, hablo más bajo. Y ya van treinta y nueve..... La última es la más importante, te quiero, porque sí.

(José Torres)