jueves, 20 de septiembre de 2012 | By: Abril

¿Dónde estás?


Te escribo porque ya no sé dónde estás. Sólo sé que, a veces, caminas a mi lado  y por eso, de pronto,  te huelo. Cuando eso pasa busco como una loca la fuente de esa esencia, por si te encuentro: una esquina de la almohada con la que dormías, el cuello de una camisa, el asa del maletín que llevabas al trabajo, el sobre del banco que abriste sin llegar a leerlo, las llaves del coche, el mando de la televisión, la barandilla de la escalera que acariciaste al subir.
Otras veces, te escucho. Sí. Tu voz pausada me revolotea dentro.  Me arrulla. Me acompaña. Me da consejos. Y calla. También me dice cosas inconfesables y me hace reír. Igual que si estuvieras. Casi igual. Anoche fue la última vez que la escuché. Me pareció como si hablaras por teléfono con alguien, en la cocina. Corrí para verte. Pero no. O sí. Quiero decir que eras tú, de eso estoy segura, pero no estabas. O por lo menos no estabas en la cocina.
La mayoría de las veces siento cómo me abrazas. Por detrás. Noto tu respiración en mi nuca y tus brazos debajo de mi pecho. Y me quedo muy quieta, sin darme la vuelta ni nada, porque no quiero que te vayas. Luego me voy a la cama y, al cerrar los ojos, vuelves y me mareo de tenerte tan cerca y de ese silencio que da miedo. Entonces apoyo  la cabeza en tu pecho que late muy despacio y me duermo a tu lado. Mis sueños también te pertenecen.
Ay, amor. Lo que más me duele es que no aprovechamos el tiempo que  tuvimos  por creernos inmortales. Tardamos años en escaparnos juntos, no nos casamos, no tuvimos hijos.  Éramos maestros en posponerlo todo. Hasta que nos pospusieron a nosotros. Sin avisar. Sin más.  Así fue como te fuiste. Una madrugada. Enfermo de muerte. Tu mano en la mía.
Por eso te escribo, porque  ya no sé dónde estás. Si estás o no estás. Si te vas o te quedas. O vuelves. Y me dueles en esta habitación oscura. Por haberte tenido tanto y tan poco. Por tu presencia y tu ausencia. Por tu amor, que quiso salvarme la vida y me dejó sin ti.
(Del blog Es Amor)

1 comentarios:

María dijo...

Me encantan todas las cartas de amor que publicas aquí, Abril. Son maravillosas y en ocasiones he usado algunas en mi vida personal. Gracias por el buen gusto y pr compartirlas con todos nosotros.