miércoles, 24 de octubre de 2012 | By: Abril

Carta a Diego





Diego:

Lo importante, amor mío, es en estos casos escribirle desde una cama abundantemente ancha, trastocadamente sin usted y con un disco fabulosamente nuevo llamado “Les yeux de Sophie” (Los ojos de Sofía), parece ser que los ojos de las mujeres no sólo inspiran futuros sino que también son capaces de discos enteros, pregúntele a Sofía si no.
Pregúntele a Soan lo que sentía a la hora de escribir 14 canciones basadas en los ojos de una sola mujer.

No andamos mal. Me niego. Yo coincido con Soan. Yo coincido que el universo entero puede estar en la mirada de alguien (en este caso la suya). Yo estoy a favor de lo simple. Yo estoy a favor de grandes distancias a su lado, lo que el mundo nos permita y no al revés (los metrajes que nos competan) y luego hacer uso de lo mas simples lujos. ¿Sabe lo que quiero a su lado?. Belleza. Mirarlo es una belleza, sentirlo ahí, relativamente cerca, mas que belleza es privilegio. Yo no creo en entidades religiosas y usted sabe de mi inclinación atea, pero que ganas de creer cada vez que lo veo. Como ser humano es la sencilla sensación de estarme equivocando. Y como artista, yo cromáticamente nunca vi nada como sus ojos. Ese color no esta en ningún cuadro. Mi obligación es pintarlo. Mi obligación es amar, aquel color. Lo quiero Diego. Y lo quiero a pesar de usted. Lo querré de todas formas. Lo querré a pesar de su miedo hacia mí, hacia mi amor o hacia el amor en general. Lo querré maternalmente, o sea, de manera incondicional. Usted ya no puede hacer nada. Yo he ganado esta partida sí o si. Este ajedrez es mio, mi amor. Y le he ganado ya que su si o su no, no me intimidan ni me trastocan. Si me hacen distinta, innegablemente, pero nada puedo yo hacer debido que hay amor mediante. Si tan sólo usted entendiera esta catarata de disparates/verdades. Si tan sólo usted entendiera que yo también tengo un miedo espantoso. Que amar siempre es una apuesta con altas chances de perder. Que me iría con usted a lugares lejanísimos, sólo porque voy con usted. Que lo quiero en mi vida y que ojala decida quedarse. Pero por sobre todas las cosas; que tenga un buen día, siempre. Como dije, soy inmutable con respecto a usted.
Usted bien puede hacerse atropellar por la vida o por un auto. Usted puede gozar de 5 a 10 mujeres por mes. Usted puede sencillamente ser un pícaro. Usted puede temer a escondidas o llorar como corresponde, como todo un hombre. Usted puede el universo, si quiere.¿Sabe lo que yo quiero? Pintar y usted.

Suya, Vivianne.
 
(Lady Cono)