jueves, 13 de junio de 2013 | By: Abril

Y sin querer...


Y sin querer, y poco a poco, has sembrado la semilla de tu recuerdo.
Ahora te empiezo a echar de menos aunque aún estés aquí.
Ahora me quema el saber que te vas y que nada sucederá para que deje de suceder.
Ahora me enfado conmigo mismo echándome en cara que no tiene nada de especial, que es otra flor del jardín.
Ahora me enfado contigo cuando me dices que esta noche no quieres quedar, porque me aflora la necesidad de tu piel y de tus besos, y no los tengo.
Ahora me odio un poco por no querer jugar al juego del cínico irreverente, porque no me sale, porque quiero dedicarte tiempo; y pienso que eso te va a cansar, ya no te confundiré.
¿Amor, relaciones? ¡Qué es eso!
No, que muera porque no puedo matarlo. Que empieza a arder entre mis manos lo que veo que me va a estallar en la cara dejándome en la calle de rodillas echando de menos sus sábanas.

(Del Blog: Días sin horas)