jueves, 21 de noviembre de 2019 | By: Alea

Make me like you



Podíamos llamarnos novios porque sabíamos que no era más que un juego. Las etiquetas solo asustan cuando son verdad. De haber sentido algo sólido, hubiéramos recurrido a eufemismos que prolongasen el misterio. Tú y yo, en cambio, nos sentíamos cómodos en esa distancia que nunca desaparecería y por eso jugábamos a preguntarnos cómo había ido el día aunque en el fondo no nos importase. No te hubiera gustado presentarme como novio oficial a tus amigos, ya lo sé. Lo más extraño llegó después, cuando encontraste a alguien y me sentí vacío por haber perdido algo que nunca fue nada.

(Alex Pler, Fuente: Hombres encontrados)