jueves, 25 de septiembre de 2008 | By: Abril

Carta a Jack


“Jack, hoy hace 20 años que tengo 20 años, como regalo he vuelto a Brokeback Mountain, he montado la tienda, (nunca supiste montarla bien). Alrededor de la hoguera he sentido en mi cuello el calor de tu aliento y he pensado, ¡ojala pudiera tenerte un poquito! Hay que ver Jack cómo pesa la noche. Desde que te fuiste no hay agostos ni noviembres, ya no quedan hojas en mi calendario. Si se levantase una brisa de viento me traería tu olor, intentaría amarrarla para recibir un soplo de alegría, la guardaría para tenerla siempre en mi bolsillo y poder llenarme de amor cada vez que quisiera.
No veas Jack como me amargan los besos que me perdí, como pesa la noche en mi cama, el sabor de las últimas penas que pasé por ti, me van matando las estrellas, el frío y el calor, la luna quema si tu no estás aquí, cómo matan los recuerdos que se acuerdan de ti.
Te diré que me he hecho amigo de la luna para contarle nuestro secreto, para que entienda mi locura cuando digo que “te quiero”. ¿Te quiero?, nunca nos dijimos “te quiero”, pero sabe Dios, Jack, que no puedo dejar de quererte. ¡Cómo deseo que estuvieses aquí!
El Amor con mayúsculas que me ha llevado a esta cárcel de amor en la que vivo prisionero y que sustentan mi entendimiento, mi razón, mi memoria y mi voluntad. Mi razón me dice que debo morir, que mejor estará la dichosa muerte que la desesperada vida.
La noche se va acercando con las estrellas y la luna de la mano, tengo que despedirme de ti, qué amargas son las despedidas Jack, ojalá pudiese volver a escuchar tu armónica y poder decirte todo lo que el silencio no dijo, decirte que no tengo ni un solo motivo por el que quiera olvidarte, que lo que sentí por ti y junto a ti permanecerá conmigo hasta final de mis días.
Jack, vuelvo al callejón del gato, al callejón de los espejos cóncavos y convexos.
Esta vez, te juro Jack que nos vemos en noviembre”.

(De la película: Brokeback Mountain)