sábado, 20 de septiembre de 2008 | By: Abril

Carta tras un portazo



Te has ido, has cerrado la puerta de lo que “éramos” y te has llevado de mi casa tu presencia, que no tu recuerdo. Hoy el mundo se vuelve a desmoronar a la espera de una nueva reconstrucción que no se vislumbra. Hoy odio las parejas que se besan por la calle.
Tal vez esto sea un llanto con formato de Times New Roman 12 puntos que va mojando el papel. Siempre he pensado que cuando la lágrima asoma no se debe poner barrera, el cuerpo deshoga la impotencia como cuando está cansado y duerme. La tristeza, como una fórmula de física o química, nos vence de la misma forma y el desconsuelo es un campo eterno sin horizontes ni sendas.
Hoy dejo que mi mente se hunda en la melancolía y la nostalgia y me ahogaría en ellas, pero no puedo, sé que flota y que volverá tosiendo recuerdos que ya no significan nada.
La pelea ante el dolor es esfuerzo constante de seguir respirando, es el instinto de supervivencia que nos salva, la sucesión de fichas de dominó que nos llevan hasta otra canción, esta...ya se ha terminado.

(Marcos Hernando Jiménez)