Tu vida un museo de ventanas que asoman a mundos creados a capricho, reinos perfectos que creíste que existían olvidando la realidad, olvidando mi nombre. Cortaste consciente un extremo del puente de cuerda. Demasiadas lágrimas por ti. Seguías tu camino... Alguien me contaba tus andanzas. Vivías al límite, alma salvaje, valiente e indomable.
Me fui acostumbrando a ver vacío tu lado de la cama sin proponerme buscar a otro que ocupara ese espacio porque era imposible encontrar un sustituto de ti. Pasó el tiempo y yo seguía coleccionando recuerdos, trocitos tuyos. Habría podido hacer algo así como un puzle.
Me he hecho impermeable al amor, ya tuve bastante, sólo pido no pasar ni una noche más pensando en ti. De aquello sólo me quedan marcas de batalla, ... siempre esperando a que aparecieras.
Acabó, pero no hubo adiós. Seguiré el camino cuando recomponga mis trocitos. Mi tarea ahora: borrarte, aunque duela.
Siempre, o muchas veces, lo impredecible se hace posible y un día llamaste a la puerta con toques firmes y seguros. Confiabas y sabías todo lo que te quería. Abrí la puerta. ¡No podía ser verdad! Deseaba lanzarme a tus brazos y todo cambió en cuanto te vi. En un segundo pensaba de otra manera y me abrazaste y nos tomamos un café y me contaste que no te quedarías mucho tiempo pero, con esa crueldad tan tuya, me ofreciste tu amor mientras estuvieras aquí.
No habías cambiado... ¡Vete, quiero que te vayas ahora! grité enloquecida. Estas palabras las estuve repitiendo en mi cabeza largo tiempo después de tu marcha...otra vez me encontraba en el punto de partida, otra vez, pero peor que antes, con un dolor multiplicado.
Ya no queda más por decir... sólo borrarte aunque duela...
2 comentarios:
Hermoso :') En serio!! :3
En esta batalla por más que exista amor...primero debemos pensar en nosotras y valorarnos siempre =)
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